La empatía se define como el poder reconocer y sentir las emociones de las demás personas, y muchas veces por ser seres empáticos tendemos a absorber el dolor y el sufrimiento de otros, y esto ocurre aún con las personas que no lo son, porque es fácil dejarse arrastrar por el sufrimiento, en especial si hemos pasado por la misma experiencia que la otra persona.
Sin embargo, es distinto el compartir el sentimiento a absorber esta carga negativa que la persona irradia; podemos sentir esta energía toxica cuando nos toca estar junto a una persona negativa en el mismo cuarto. Normalmente las personas que tienen un ánimo muy alto y son alegres tienden a ser blanco de las personas negativas o pesimistas.
Hay varias formas de evitar absorber esta energía negativa, y a continuación te presentamos unas cuantas.
Cuida a quién invitas a tu vida
Hay personas que no tienen problema en invadir tu espacio personal, no solo de forma física, si no con opiniones, creencias y “consejos”, las cuales esperan a que sigas, y si no, te sermonean.
Eso sí, no dejes de ser amable, cordial y educado, pero siempre establece los limites necesarios, o incluso sacarlos de tu vida, por más cercanos que lleguen a ser; conoces el límite entre la amabilidad y el abuso.
Ten en cuenta que algunas veces, si no es que la mayoría del tiempo, la persona que lo hace no sabe que está siendo aprovechada. Por eso mismo es importante aprender a decir que NO. Recuerda dar sólo lo que puedas y no más, y hay que saber cuándo quitar esa ayuda, y no te sientas culpable por ello. No tienes la obligación de salvar a nadie, y los ayudas aún más si los dejas aprender.
Tu mente y tu ambiente alrededor son un templo, y tú decides a quién invitar dentro y a quién no, respetando tu espacio.
Deja de prestarles atención
Cuando uno le presta atención a otra persona, le estás compartiendo de tu energía. Cuando una persona llega y vuelca su energía negativa en ti, se sentirá más tranquilo y recargado de buena energía, y seguirán con su vida hasta que nuevamente necesiten sacar esta negatividad y buscarán a una nueva víctima o a la misma, como si fuese un parásito. Mientras, tú tienes que quitarte todo lo que te han echado encima.
Aprende a poner límites para este tipo de personas; probablemente seas la persona a quién acude algún amigo o compañero para sacar todas sus frustraciones de trabajo, vida, logros, éxitos, etc. todas estas emociones pueden drenarse de diferentes formas, pero no permitas que te saturen con ellas. Establece límites al no prestarles toda tu atención, y sabiendo cuándo es momento de dejarlos ir.
Ser una persona que escucha y es amigable está muy bien, pero no se debe cruzar esa línea. Amate a ti mismo para no permitir que seas el basurero personal de la energía toxica de otros y roben tu vitalidad.
No puedes complacer a todo el mundo
Por más esfuerzo que se haga no le vas a agradar a todo el mundo, ya que cada quién tiene una visión diferente, con distintos propósitos, opiniones, gustos y creencias. Lo más importante que puedes hacer es amarte a ti mismo, lo cual va a crear un campo de fuerza alrededor tuyo, atrayendo las personas que te nutran y hagan crecer, y evitando que las opiniones de otras personas drenen esta energía. Al gustarte y respetar tu persona, opiniones, estilo de vida y creencias, evitará que toda esta negatividad se quede pegada en ti.
Si alguien te falta al respeto o te dice cuál debe ser tu opinión de forma intimidante, protege tu espacio y no lo permitas. No es necesario ni es tu trabajo hacer cambiar de opinión a esa persona, ya que si cedes, sólo conseguirá que absorba más de tu energía, hasta convertirte dependiente de su opinión sobre ti en todos los aspectos (mental, emocional y energéticamente).
Evita tratar de contentar a todos. Hay quienes no cambiarán de opinión ni de ser aún con las pruebas al frente. Tampoco cambies tú para hacerlo. Es importante respetar a opinión, creencias o modo de vida de los demás, pero sobre todas las cosas, respétate a ti.
Se completamente responsable de tus pensamientos y emociones
Cuanto te responsabilizas al 100% de tu vida, logras una conexión más profunda contigo mismo, y al lograrlo, nadie puede moverte de tu centro con facilidad, ya que eres fuerte y mantienes marcados tus límites.
Tú determinas cada movimiento y decisión que haces, ya sea porque los demás te lo dicen o por tu propia voluntad; nadie tiene poder sobre ti y por lo tanto, no eres una víctima. Aunque ten en mente que nuestros pensamientos y expectativas pudieron haber sido la razón por la cual algo nos molestó, e inconscientemente reafirmamos nuestro papel de víctima hacia el mundo. Recuerda que la percepción que tenemos de nosotros es mayor que la que tienen los demás de nosotros.
Tú eres el que decide.
Colócate en situaciones que alimenten tu propia energía. Te mereces tener experiencias buenas y es importante que te des cuenta de ello. Así como aprendes a recibir toda esta energía positiva, también debes aprender a protegerte contra las energías de los demás, y eso sólo se logra con el amor propio, y reconociendo que eres digno de felicidad y paz, y que está bien decir que no.
Toda la gente con la que te cruzas en la vida están para ayudarte en tu proceso de crecimiento y aprendizaje, te acompañen por mucho o poco tiempo, sea cual sea la percepción que tienes de ellos, te beneficien o no, están ahí para que puedas experimentar y aprender en tu camino.
Mantén contacto con la naturaleza
El estar en la naturaleza te desconecta de tus preocupaciones y las de los demás, al absorber la tranquilidad que te mereces. Al meditar, respirar y relajarte ayuda a purificar tu organismo. El hacer ejercicio aumenta tu flujo sanguíneo y te facilitará el poder dejar de absorber la energía de quienes te rodean.
Camina con confianza, mantén la cabeza en alto, y no vuelvas a permitir que cualquier persona, sea quien sea, quiera hacerte sentir inferior.
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